TÚ

 En el vasto océano de miradas perdidas,

hay un puerto donde las almas se encuentran,

no por azar, sino por un hilo invisible

que las une en lo profundo de sus sueños.

Eres tú, la melodía que resuena

con la cadencia exacta de mi latir,

compartiendo no solo el fuego del deseo,

sino el arte sutil de simplemente existir.

En tus ojos hallo reflejos de mi esencia,

y en tu risa, el eco de mis propias ansias.

No somos idénticos, pero caminamos juntos,

tejiendo de diferencias un lazo eterno.

Cuando el mundo se cubre de sombras densas,

eres la luz que escoge ver el alba.

No huyes de las grietas del día,

las llenas de paciencia, amor y esperanza.

Tienes manos que construyen en lugar de destruir,

y un corazón dispuesto a sembrar sobre la ruina.

En tus palabras florecen caminos nuevos,

porque amas con fuerza, pero también con fe.

Compartimos no solo los sueños del futuro,

sino la pasión por pequeñas cosas terrenales:

el libro olvidado, la lluvia en las hojas,

la magia de un instante, lo eterno en lo simple.

Eres más que amor, más que refugio,

eres el espejo donde mi alma se reconoce.

No perfectos, no siempre de acuerdo,

pero siempre dispuestos a creer, juntos, en lo bello.