Las flores marchitas de Sam_2

 manteniéndose serio le espetó: ''ya tenemos una edad para andar con tonterías''.

Pero Sam tiene mucha personalidad y no se deja condicionar por nadie, menos por un señor ansioso. Se zafó de su mano, que le sujetaba la muñeca con firmeza y abrió la puerta del coche. Cuando se disponía a irse, él le dijo:

— Vete sin más y atente a las consecuencias.

Ella cerró la puerta del coche y se dirigió al portal. Estaba tan confusa y decepcionada que ni llorar podía, hasta que llegó a su casa y se encontró a su amiga Laura en el salón, viendo una película.

Laura estaba pasando una temporada en su casa hasta que arreglase unos problemas que tenía en su piso. Sam fue a sentarse junto a ella y le contó lo sucedido. Fue en ese momento cuando Sam rompió a llorar. Le faltaba el aire. Laura le sirvió una copa de vino y después de conocer la historia dijo: 

 — No merece la pena. Tú vales más que todo esto.

Pasaron tres días y el susodicho no había dado señales de vida. Sam estaba muy disgustada porque no podía entender por qué esas prisas, por qué la falta de tacto, por qué había fingido ser un ser excepcional y tener complicidad con ella.

No se atrevía a entrar en la app de citas por miedo a verle conectado de nuevo, pero Laura sí lo hizo, allí le vio, activo y decidió actuar.

Le dio un like en la app de citas.

Él se lo devolvió. Hicieron match y él la saludó.

La frase de inicio fue la misma que le dedicó a Sam: 

— Creo que me he enamorado al verte y no me había pasado nunca.

Laura fue al grano, coqueteó sin tregua, le tenía ardiendo, deseoso, fuera de sí. Quería verla a toda costa. Ella le había enviado fotos sensuales (sacadas de Pinterest) y le decía constantemente las ganas que tenía de ser suya.

Él intentaba quedar para verla cada día pero ella le mantuvo a mil durante un mes.

— Estoy de viaje de negocios pero en cuanto pise Barcelona, voy derecha a tu casa, o..

— Tengo hijos hasta el viernes, te digo algo en cuanto me libere...

Un día, durante una charla ella le soltó de repente lo mucho que le gustaban las flores. Él le preguntó qué tipo de flores. Ella contestó que aquellos ramos que combinaban flores frescas y secas en tonos rojos, burdeos y verdes (ese fue el ramo que le había enviado Sam).

—¿Te han regalado flores alguna vez?, le preguntó Laura al instante.

— Sí, pero lo recibí de la mujer equivocada.

Fue en ese momento cuando Laura, furiosa, le informó a Sam de lo que estaba haciendo.

— Lo hago por ti, le dijo a Sam, cuando esta molesta le dijo que no debía hacer eso.

Le enseñó la conversación en la que él la consideraba ''mujer equivocada''. A Sam se le escapó una lágrima al leerlo. 

Esa noche, Laura le hizo pasar la velada más loca y confusa que tendrá en su vida. Empezó a hacerle creer que estaba excitada por él, que estaba en la cama, que se había puesto ropa sensual (en realidad estaba viendo una película junto a Sam). Cada vez que el tipo le enviaba algo, la miraba y le decía:

— Qué asco de tío. 

Sam no quería detalles. No estaba de acuerdo con lo que hacía su amiga. Ya sabía que era un miserable. Pero Laura no quería y no podía parar.

Siguió haciéndole creer que estaba fuera de sí pensando en él y cuando él estaba al borde del éxtasis, ella dejó de escribirle abruptamente. 

Él empezó a reclamarla sin parar: — Por favor, Laura, no me dejes así. 

Laura apagó el móvil  pensando lo merecido que tenía un corte seco y amargo, como el que tuvo Sam.

Al día siguiente, tenía más de veinte mensajes suyos en el móvil.

Los tres días siguientes, él desesperado le enviaba mensajes con la voz quebrada, sufriendo como un niño por no saber nada de ella:

— ¿He hecho algo malo?¿Te he ofendido en algo?.¿Podemos hablar por favor?...iba todo tan bien entre nosotros...

Estaba desesperado.

Fue al cuarto día cuando Laura le contestó. Él agradeció que volviese a dar señales de vida.

Laura fue tajante con él: 

— No me conoces de nada y te has colgado por mí, un ser de ficción, un personaje que se ha metido en tu imaginación y sólo porque te digo las mil y una cerdadas online. Llevas tres días suplicándome sin ni siquiera saber si la imagen que tienes en el wasap es la mía o la de otra persona (efectivamente, no era Laura la persona que aparecía en la imagen). Deberías tener la misma dignidad que Sam, sí Sam. Mi amiga Sam. Esta chica encantadora que fue genial contigo, y que sobre todo, fue real. 

y continuó:

—Todo lo que he hecho ha sido para poder humillarte ahora, que te sientas un ridículo. Me he reído de ti todo este mes, y he disfrutado estos tres últimos días. Los tres días que Sam lloró por no entender por qué la habías tratado tan mal y por qué la habías dejado sin ningún pudor.

Él no volvió a contestar. Seguro que metió la cabeza bajo tierra al menos un par de semanas antes de volver a engañar a otra...

Sam nunca aprobó ese comportamiento de su amiga, aunque tampoco negará que, al saberle vencido y ninguneado, le asomó una sonrisilla de medio lao. 

Por ti, por mí, por Sam, por todas vosotras. Por todas las que alguna vez han confiado en gente sin escrúpulos y se han sentido despreciadas por no aceptar sexo cuando se lo han demandado...Por todas las que habéis sido ninguneadas. 

Y es que la verdad es como una rosa, siempre tiene espinas.

FIN

#LasaventurasdeSam

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